Grupo Facoel recertificó ISO 9001, lo cual implica que sus procesos se llevan a cabo siempre de la misma manera rigurosamente. Y no es esa la principal noticia de esta empresa especializada en tres unidades de negocio: construcción de tableros y centros compactos, obras llave en mano y provisión de materiales para iluminación industrial.
En medio de un panorama nacional y mundial quizá convulsionado, la marca apela a su ingenio y sale airosa. La actividad de la empresa está balanceada entre la provisión de productos, por un lado, y el desarrollo de obras, por otro, y durante los últimos meses no solo afianzó su propuesta para los mercados de baja, media y alta tensión, sino que además logró crecer asumiendo proyectos de envergadura.
Las PyMEs enfrentan desafíos diariamente con el objetivo de encontrar soluciones para las industrias y que estas puedan seguir desarrollándose. La clave es ofrecer productos de calidad, buenos tiempos de entrega y un buen servicio de posventa, todo lo cual implica capacidad ingenieril y administrativa.
Con una estructura consolidada, la marca ofrece equipos tecnológicos como celdas de llenado integral en hexafluoruro de azufre (SF6), centros compactos, tableros con regeneración de energía para uso petrolero. Y su servicio de posventa incluye revisión anual de todos sus tableros instalados. Desde el yacimiento más recóndito del país hasta la planta mejor comunicada, todos reciben a ingenieros capaces de revisar el funcionamiento de los equipos y evaluar sus posibles mejoras.

La mudanza de la planta productiva de tableros de media tensión, reconectadores y auto-link de ABB a Brasil obligó a la multinacional a confiar la finalización de los proyectos asumidos por la planta argentina a una empresa local a la altura de su propuesta tecnológica. Grupo Facoel fue la empresa elegida quien, además, aprovechó la oportunidad para adquirir material de la misma planta y contar con equipamiento para resolver futuros proyectos.
Quizá es lícito decir que Grupo Facoel pasó de ser cliente de ABB por sus elementos de maniobra, a ser proveedor de la marca simultáneamente gracias a responder por ella en distintas obras.
Se hizo cargo de la construcción de sesenta tableros para distintos clientes, incluyendo algunos muy alejados de las fronteras argentinas. Algunos proyectos, además, exigían cierta urgencia y obligaron a la empresa a trabajar en tiempos récord. Para uno de ellos, en solo una semana logró terminar los tableros, ensayarlos y exportarlos.
La responsabilidad asumida la llevó a alquilar un galpón qué rápidamente se vio colmado de los sesenta tableros ya mencionados, veintiocho reconectadores, cuarenta celdas.
Con trabajo, ingenio y, sobre todo, agilidad de respuesta, Grupo Facoel resolvió todos y cada uno de los proyectos. Y más se destaca la labor cuando cada uno implicó un esfuerzo distinto: por ejemplo, fue necesario revisar el estado de situación de cada uno, analizar los planos, revisar qué faltaba y planificar los pasos a seguir.

La confianza que ABB depositó en Grupo Facoel no es una sorpresa. Ambas empresas tienen toda una historia trabajando juntas en la construcción de tableros de media y baja tensión, y la multinacional estaba al tanto de la capacidad ingenieril de la empresa argentina.
Un departamento conformado por ingenieros mecánicos y eléctricos es el encargado de desarrollar los cálculos de los equipos, y todo lo relacionado a su confección y montaje. Ese expertise técnico se complementa con equipamiento de primera calidad. Por ejemplo, para los elementos de maniobra, Grupo Facoel se vale solamente de primeras marcas como ABB, también Schneider Electric y Siemens.

La seriedad con que encara los proyectos le permite atender a los clientes más exigentes, tal el caso de YPF o Panamerican Energy y sus altos estándares de calidad a la hora de buscar soluciones tecnológicas para ambientes hostiles como los petroleros o mineros; así también las automotrices como Peugeot y Mercedes Benz, o la cosmética Unilever. Todas ellas se caracterizan por hacer un seguimiento al cronograma e inspeccionar cada uno de los detalles de construcción de sus equipos. La satisfacción de normas vigentes como IEC o IRAM es un punto de partida.
La comunicación del equipo de trabajo es una de las claves. En reuniones de lanzamiento presenciales, todos los departamentos partícipes de un proyecto analizan el estado de situación y planifican los pasos a seguir de la manera más eficaz posible. La información queda guardada en archivos compartidos, pero también circula en presencia, lo cual favorece su flujo y la toma de decisiones importantes en base a ella.
Otro diferencial es el ingenio. La rapidez en la respuesta se pone a prueba cada vez que surge un imprevisto, ya sea por vicisitudes propias de quien lleva adelante un emprendimiento en estas latitudes, y Grupo Facoel sortea obstáculos en base a todo lo antes dicho y a su ingenio. Hacerse cargo de los proyectos de ABB y el buen resultado obtenido es una prueba de ello: más de uno de los tableros requirió de la revisión de lo recibido y la elaboración de un nuevo pliego más adecuado con el requerimiento del cliente. Incluso ha llegado a resolver proyectos gracias a descubrir qué combinaciones de elementos disponibles permitían satisfacer los pedidos de los clientes, y así dar respuesta cuando parecía que la falta de componentes podía arruinarlo todo. Esta capacidad técnica se traduce en la práctica en una planta que evita sus paradas de producción recurrentes, y ahí es donde todo cobra sentido.
En las instalaciones Grupo Facoel hay una impresora 3D. Ocurre que en cierta ocasión llegó a demorarse la recepción de interruptores, y para agilizar sus tiempos de respuesta, los replicó con su nueva impresora y llevó a cabo los ajustes finos necesarios en las barras de sus tableros. Cuando finalmente llegaron los equipos, gran parte de las tareas de montaje estaban adelantadas. Otra vez fue el ingenio de la empresa el que aprovechó cada oportunidad para ganar tiempo.

Para la industria petrolera y sus altos estándares, Grupo Facoel acumula varias experiencias integrando tableros protocolizados de ABB y Schneider Electric, con altos niveles de calidad y seguridad para las personas. Asimismo, está la opción de tableros con regeneración de energía para los pozos petroleros, los cuales reinyectan energía a la red.
Para la industria farmacéutica fue insignia el caso de Unilever, que requirió renovar completamente el tablero general de baja tensión sin que en ningún momento pararan sus cinco naves industriales. La tarea incluyó el traspaso de carga con suministro de grupos electrógenos, abastecimiento de combustible y monitoreo constante.
Asimismo, otra obra insignia fue en la planta de fosfatizado de la automotriz Mercedes Benz. Allí la complejidad también residía en la imposibilidad de detener el proceso productivo que se alimentaba de ese tablero, pues hacerlo implicaba la solidificación de una premezcla y su eventual desperdicio.
Se suman proyectos de eficiencia energética, instalaciones solares completas (desde el cálculo hasta la instalación de los paneles).

Los centros compactos son la propuesta más compleja dada la tecnología y la cantidad de elementos que comportan.
Se trata de una subestación que puede poseer en su interior celdas compactas de maniobra de media tensión; transformador de distribución (de llenado integral o de aislación seca); tablero de baja tensión de potencia; cables de conexión y equipamiento auxiliar, y tablero de protecciones y comunicación.
Actualmente está disponible en veinte diseños en forma estándar, incluyendo posibilidades de telecomando.
Las ventajas de estos centros compactos con envolvente metálica son las siguientes: