Gabinetes galvanizados en caliente: mayor durabilidad y seguridad en entornos más rigurosos.
El galvanizado en caliente es un proceso que se lleva a cabo sobre materiales con el objetivo de mejorar su protección contra la corrosión. Consta de tres pasos básicos: preparación de la superficie, galvanizado propiamente dicho e inspección.
Cualquier tratamiento de recubrimiento requiere preparar la superficie, a punto tal que la mayoría de los casos en los que un revestimiento falla es debido a una inadecuada preparación de la superficie del material. Lo que corresponde es desengrasar primero, es decir, eliminar cualquier contaminante orgánico como suciedad, marcas de pintura, grasa o aceite. Luego el decapado, que permite eliminar la cascarilla de laminación y óxidos de hierro presentes. Y por último el fluxado, para terminar con cualquier óxido restante.
El galvanizado propiamente dicho es la inmersión del material que permite la aleación con la nueva capa protectora. Una vez que se recubrió la pieza completa, se retira lentamente del baño de galvanización y se descarta cualquier exceso. A continuación, los artículos galvanizados se enfrían por inmersión en una solución de pasivación o agua, o dejándolos al aire libre.
La inspección del galvanizado en caliente es simple y rápida. Las dos propiedades del revestimiento que se analizan con más detenimiento son el espesor y el aspecto/estado de la superficie. Se pueden llevar a cabo una variedad de pruebas físicas simples para determinar el grosor, la uniformidad, la adherencia y la apariencia de cada pieza.
Para todos y cada uno de los pasos, existen normas establecidas, tales como las de la Organización Internacional de Estándares (ISO, por sus siglas en inglés).
Cualquier tratamiento de recubrimiento requiere preparar la superficie, a punto tal que la mayoría de los casos en los que un revestimiento falla es debido a una inadecuada preparación de la superficie del material. Lo que corresponde es desengrasar primero, es decir, eliminar cualquier contaminante orgánico como suciedad, marcas de pintura, grasa o aceite. Luego el decapado, que permite eliminar la cascarilla de laminación y óxidos de hierro presentes. Y por último el fluxado, para terminar con cualquier óxido restante.
El galvanizado propiamente dicho es la inmersión del material que permite la aleación con la nueva capa protectora. Una vez que se recubrió la pieza completa, se retira lentamente del baño de galvanización y se descarta cualquier exceso. A continuación, los artículos galvanizados se enfrían por inmersión en una solución de pasivación o agua, o dejándolos al aire libre.
La inspección del galvanizado en caliente es simple y rápida. Las dos propiedades del revestimiento que se analizan con más detenimiento son el espesor y el aspecto/estado de la superficie. Se pueden llevar a cabo una variedad de pruebas físicas simples para determinar el grosor, la uniformidad, la adherencia y la apariencia de cada pieza.
Para todos y cada uno de los pasos, existen normas establecidas, tales como las de la Organización Internacional de Estándares (ISO, por sus siglas en inglés).
El proceso de galvanizado puede aplicarse a todo tipo de piezas, desde tuercas o tornillos hasta grandes superficies estructurales como perfiles metálicos.
El proceso de galvanizado puede aplicarse a todo tipo de piezas, desde tuercas o tornillos hasta grandes superficies estructurales como perfiles metálicos. El principal beneficio es la durabilidad y mayor resistencia a la corrosión que ofrece, sin olvidar la resistencia a golpes y abrasión, sin perder maniobrabilidad ni facilidad de mantenimiento.
De acuerdo a la normativa vigente y valiéndose de su propia experiencia en el mercado, Nöllmed cuenta en su catálogo de opciones para el mercado eléctrico con una línea completa de gabinetes galvanizados en caliente, especialmente desarrollados para los ambientes más rigurosos, es decir, entornos abrasivos o con mayor circulación de elementos nocivos en el aire, tal como puede ser la industria química, petrolera o minera. De esta forma, los equipos se presentan con mayor grado de seguridad en aislamiento y durabilidad.
De acuerdo a la normativa vigente y valiéndose de su propia experiencia en el mercado, Nöllmed cuenta en su catálogo de opciones para el mercado eléctrico con una línea completa de gabinetes galvanizados en caliente, especialmente desarrollados para los ambientes más rigurosos, es decir, entornos abrasivos o con mayor circulación de elementos nocivos en el aire, tal como puede ser la industria química, petrolera o minera. De esta forma, los equipos se presentan con mayor grado de seguridad en aislamiento y durabilidad.
Una línea completa de gabinetes galvanizados en caliente, especialmente desarrollados para los ambientes más rigurosos, es decir, entornos abrasivos o con mayor circulación de elementos nocivos en el aire.
Esta versión reemplaza los gabinetes sintéticos, brindando aislación y máxima seguridad. Las características principales son las siguientes:
- Antivandálicos (espesor de chapa de 2 mm).
- Contra la corrosión.
- Contra la propagación del fuego.
- Contra impacto, soporta golpes directos.
- Contra cortocircuito eléctrico (explosión).
- Excelente puesta a tierra de todo el gabinete (malla de cobre trenzado).
- Adicional: subpanel abisagrado metálico.
- Bisagras metálicas.
- Grado de protección IP.
Esta versión reemplaza los gabinetes sintéticos, brindando aislación y máxima seguridad.
Por Nöllmed
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