En tanto pionera en América Latina como empresa fabricante de luminarias led sin drive, Trivialtech no pierde su esencia innovadora y se larga a la producción de equipamiento, no solo lumínico, sino útil también para otros servicios, en miras a una ciudad inteligente y conectada que administra los recursos de la manera más confiable y eficiente posible de la mano de la tecnología.
Los caudalímetros inteligentes son una nueva historia de éxito en esta renovada misión de la marca: AySA, Santa Fe, Mendoza, Neuquén, Techint y Renault, solo por mencionar algunos, ya los usan para el tratamiento de sus aguas.
Los equipos están integramente fabricados en Argentina y son el resultado de un proyecto de la empresa que se originó en 2020. Pasar de la idea a la realidad no es tarea fácil. Trivial Tech diseñó la matricería completa y sumó nuevas maquinarias, además de un laboratorio completo de agua y cubetas certificadas en el INTI.
El primer desafío fueron las homologaciones y la satisfacción de los requisitos de metrología legal puesto que se trata de equipos a través de los cuales no solo se va a medir agua, también se va a facturar ese consumo.
Los medidores se calibran varias veces durante su producción: el agua se pesa, y se controla todo, incluso hilo de agua, medio caño, caño completo y presión sobre el caudalímetro.
Desde los caudalímetros domiciliarios, hasta los macromedidores, todas las opciones se alimentan con baterías e incluyen su pantalla digital y cinco placas distintas de comunicación IoT: Sigfox, LoRaWan, NarrowBand, CATV1 y GPRS.
Vale aclarar que los componentes de las placas de un caudalímetro inteligente son extremadamente pequeños y numerosos, con lo cual su fabricación demanda un nivel muy superior de precisión que el que puede exigir una luminaria led como las que acostumbra a fabricar la empresa. Es por este motivo que la maquinaria era tan importante para hacer el proyecto realidad.
La impresora automática de estaño con mil milésimas de precisión es la herramienta que permite la fabricación nacional de estos caudalímetros. Tecnología de luz pulsada con control de pulso en trescientos ciclos por segundo, el montaje de nueve componentes por segundo (35.000 por hora), doble ataque y seis ciclos de soldadura son algunos ejemplos concretos de lo que puede ofrecer.
El control de calidad no pierde rigurosidad. Cada placa pasa por el controlador óptico, que controla con mil milésimas comparando la placa con su foto patrón para constatar que ningún elemento esté desplazado o ausente.
Asimismo, cada placa tiene su código de barras propio, que se le añade justo antes del primer encendido. En caso de que el futuro de esa placa le depare alguna reparación, con la lectura del código se obtienen todos los datos de su fabricación.