Cada dos años, todos los involucrados en el mundo de la iluminación tenemos una importante cita. El Encuentro Iberoamericano Lighting Design (EILD), que tuvo su primera edición en Valparaíso (Chile) 2010, y continuó en Querétaro (México) 2012 y Medellín (Colombia) 2014. En 2016, tendría su sede en Brasil. Entre el 21 y 24 de septiembre, Ouro Preto, en el estado de Minas Gerais, fue la ciudad elegida para llevar adelante el cuarto encuentro. La elección de esta localidad fue el escenario perfecto. La ciudad se abre al visitante mostrando lo mejor de su arquitectura barroca y su rica herencia colonial portuguesa. Un pasado marcado por la extracción de oro de las minas cercanas y que vive en cada calle, fachada e iglesias, atributos que llevaron a ser declarada Patrimonio de la Humanidad por Unesco en 1980. El Encuentro convoca a profesionales, estudiantes, empresas y asociaciones para intercambiar, desde diferentes perspectivas, conocimientos y experiencias del ámbito de la iluminación. Un espacio con mirada iberoamericana pero con trascendencia mundial.
Ciclo de conferencias
En esta edición, los organizadores decidieron dar al encuentro un perfil distinto a los anteriores. La integración de los procesos creativos y un abordaje multidisciplinario fueron, en gran parte, el eje central de las conferencias que se brindaron. En ese sentido, el educador escocés Charles Watson cautivó al auditorio con una inspiradora disertación: la creación y su vinculación con el arte, literatura y filosofía, entre otros, y la manera de eliminar bloqueos o límites personales. La diseñadora holandesa Lonneke Gordjin, de Studio Drift, exhibió algunos de sus proyectos de instalaciones efímeras y permanentes. La luz, el arte, la tecnología y poesía se conjugaron en un mismo lenguaje conceptual logrando resultados de gran impacto visual. Sus enormes instalaciones en lugares públicos y hoteles refieren a un detallado programa de investigación, desarrollo y ejecución. Con áreas de trabajo diversas pero, interactuando entre sí, la autora lleva adelante procesos largos en el tiempo y muy elaborados en su concepción. El observador se transforma en parte activa de las instalaciones que combinan luz, música y movimiento. También hubo espacio para intervenciones urbanas. El estudio chileno de iluminación Oh my light!, de Daniela Orellana, Marcela Carmona y Macarena Meza, creó Campouro, un espacio lúdico y poético en los jardines de Ponte Seca. La instalación estaba formada por varillas roscadas de diferentes alturas insertadas en el suelo. En ellas, la gente podía colocar discos de acrílico de color pintados. Esto generaba, durante el día y la noche, hermosas reflexiones de luz en el césped. El espacio estaba abierto también a los vecinos de la ciudad. Adultos y niños jugaban, interactuando y modificando el espacio. Una instalación alegre y viva que me recordó la extracción de oro de los mineros con esos discos dorados emergiendo de la tierra. Otro lugar de interacción con la luz se presentó con el proyecto 7L.I.G.H.T.S.ET, siete espacios tridimensionales, formados por cajas, en las que se podía ingresar para vivenciar e interactuar con luz. El color, el sonido, la música, los materiales y texturas creaban en los participantes reacciones y sensaciones variadas. En algunos, la experiencia era individual, en otros, grupal pero todos se sorprendían. Un paseo que se iba sucediendo al entrar y salir de las cajas, entre las que se destacó el proyecto Poética de la Luz, de la diseñadora Eli Sirlin. El concurso “Panorama” exhibió lo mejor del diseño de iluminación de Iberoamérica. Se presentaron treinta proyectos, de distinto tipo y escala y los asistentes podían votar. El alto nivel de los trabajos seleccionados demuestra que de este lado del mundo pasan cosas muy buenas. Lo mejor del Encuentro es poder compartir con amigos la misma pasión. He participado de tres, cada uno con su impronta, y puedo afirmar que es de esos eventos que espero con ansiedad. Establecer nuevas relaciones amistosas y comerciales, reencontrar amigos, compartir gratos momentos son, sin dudas, las sensaciones que quedan en la mayoría de los asistentes. La buena noticia es que el EILD 2018 será en Colonia del Sacramento, Uruguay. Cruzando el charco podremos volver a vivir una experiencia diferente. Otra ciudad, otro aire y otras ideas pero con el mismo espíritu que ha llevado a EILD a posicionarse como el gran evento de luz en Iberoamérica. ¡Hasta la próxima!
Acerca del Encuentro Iberoamericano Lighting Design
El Encuentro Iberoamericano Lighting Design es una iniciativa de un grupo de profesionales independientes y actuantes, sin fines lucrativos. Un espacio de reflexión e intercambio de ideas entre diseñadores de iluminación iberoamericanos, que extiende su ámbito de influencia a todo el mundo. El espíritu del encuentro propone nuevas maneras de transmitir los valores del diseño de iluminación enfatizando la comunicación y la colaboración entre todas las disciplinas relacionadas con la profesión. Comenzó su andadura en el 2010 en Valparaíso (Chile), pasó por Querétaro (México) en 2012 y Medellín (Colombia) en 2014, siempre con el apoyo y la participación de importantes marcas de fabricantes de equipos de iluminación profesionales, asociaciones e instituciones nacionales e internacionales. En septiembre de este 2016, partió hacia la ciudad de Ouro Preto, en Brasil, cuna del arte barroco y primera ciudad brasileña declarada Patrimonio de la Humanidad en 1980 por la Unesco. Para esta edición, se gestó un evento que explotó nuevas formas de comunicación e integración para abordar el futuro de la iluminación. Renombrados profesionales provenientes de los países de Iberoamérica estuvieron presentes en este encuentro, participando de actividades alrededor del proceso creativo. |