Iresud
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Juan Carlos Tripaldi, a la izquierda, y Mauricio Briaturi, a la derechaEdenor es una distribuidora de energía eléctrica de tal envergadura que inevitablemente se convierte en referente técnico a nivel nacional. Es esta la razón por la que decidió sumarse al proyecto Iresud e incluso probar en uno de sus propios edificios una experiencia de inyección a la red de energía proveniente de paneles solares fotovoltaicos. Todos los desafíos técnicos que esto implica, tanto a nivel de calidad de producto como de servicio, fueron superados y hoy la empresa nos cuenta con orgullo su proyecto. Acerca de Edenor Edenor cuenta con ochenta subestaciones y 18.099 centros de conexión y transformaciónEdenor es la empresa más importante de distribución eléctrica del país. En un perímetro de 4.751 kilómetros cuadrados, cuenta con más de 2.868.203 clientes, incluyendo los tres tipos de tarifa: residencial, comercial e industrial. Está dividida en tres regiones operativas: Demandas de energía y potencia pico año 2015La importancia de la empresa se ve reflejada, asimismo, en su estructura edilicia. En diecinueve edificios, veintisite oficinas comerciales y seis depósitos de materiales desarrolla sus actividades. A esto se suman ochenta subestaciones, setenta y siete de las cuales están telecomandadas, y 18.099 centros de conexión y transformación. La envergadura se justifica a la hora de comprender las dimensiones de las líneas de distribución que están a su cargo y de las cuales depende el suministro eléctrico de un porcentaje importante de la población total del país. Solo en alta tensión, las líneas suman en total 1.444 kilómetros, lo que equivale a la distancia que separa a las ciudades de Buenos Aires y Salta; y los números aumentan a medida que las tensiones disminuyen: 10.310 kilómetros de líneas de media tensión, que equivalen a la distancia recorrida por un avión durante doce horas desde Buenos Aires hasta la ciudad de Madrid, del otro lado del Atlántico, y 26.436 kilómetros de líneas de baja tensión, dos veces la vuelta entera al planeta Tierra por el Ecuador. Acerca de Iresud y de la instalación en Edenor Primera instalación de Edenor de un sistema de generación fotovoltaica con inyección a la red de baja tensión.Iresud (2012-2016) es un convenio asociativo público-privado formado por la Comisión Nacional de Energía Atómica (CNEA) y la Universidad Nacional de San Martín (UNSAM), por el sector público, y las empresas Aldar, Edenor, Eurotec, Qmax y Tyco, por el sector privado, con el fin de llevar a cabo el proyecto “Interconexión de sistemas fotovoltaicos a la red eléctrica en ambientes urbanos”. Curvas típicas de generación solar para un día con lluvia, nublado y completamente despejado .En abril de 2015 se realizó la primera instalación de un sistema de generación fotovoltaica con inyección a la red de baja tensión, en un edificio corporativo de Edenor, en el partido de San Isidro. En el techo de la cámara transformadora que alimenta al edificio, se colocaron ocho paneles solares (180 kilos en total) de 185 watts cada uno, que alcanzaron en conjunto 1,5 kilowatts de potencia en una superficie de catorce metros cuadrados, y un inversor de corriente continua a alterna monofásico compatible con la norma VDE-0126-1-1. Energía generada acumulada (kilowatt-hora) | Energía mensual generada (kilowatt-hora) .¿Cuál es su opinión respecto de la implementación de estas tecnologías en el país?Juan Carlos Tripaldi.— Son desarrollos que en el mundo no son nuevos, pero a Argentina llegaron un poco tarde. Lo bueno es que tienen que llegar y ahora vemos que hay mucho impulso. A nosotros nos interesa que la transición y la implementación de la generación renovable sea lo más transparente y lo más simple posible. Podemos aprender de las experiencias del exterior, hay muchas cosas en el mundo que funcionan bien y otras que no han sido exitosas, debemos tomarlas y mejorarlas. El mercado eléctrico argentino es un mercado que es particular, tiene sus consideraciones y hay que adecuarse. ¿Por qué dice que el mercado local es particular?Juan Carlos Tripaldi.— Estamos en América pero, a diferencia de otros países de la región, nuestra red eléctrica es más parecida a la red europea que a la estadounidense. En Europa cada país tiene su regulación y los inversores funcionan dentro de un rango de frecuencia de tensión, con ciertas características y tiempos de desconexión. En Argentina no necesariamente tienen que tener los mismos parámetros que en el exterior, pueden ser diferentes dependiendo de cuál sea el parámetro. La red de Argentina es particular, por eso hay que trabajar en la adecuación. Se efectuó un análisis de Calidad de Producto Técnico sobre el punto de inyección, no alterando los parámetros exigidos por el Contrato de Concesión .¿Qué puede agregar acerca de Edenor y de su envergadura?Juan Carlos Tripaldi.— Si analizamos por superficie, es pequeña, porque en las provincias hay distribuidoras que nos superan, pero tenemos la mayor cantidad de clientes y varios récords: somos la empresa con más cantidad de clientes, mayor facturación, más ventas en energía y la de mayor demanda máxima. ¿Cómo inició el proyecto Iresud?Juan Carlos Tripaldi.— En 2012 se acercó la UNSAM. Ese año, el Ministerio de Ciencia y Tecnología iba a destinar una serie de fondos FONARSEC para proyectos de investigación que luego pudieron traducirse en mejoras productivas. En 2012 salió uno que para generación con fuentes renovables, y la Universidad de San Martín se acercó, nos propuso participar como distribuidora, y aceptamos. Se sumaron también la CNEA (que fabrica paneles para satélites, no de uso terrestre, pero tienen todo el know-how) y otras empresas privadas que eran proveedoras de productos. Nos presentamos y salimos elegidos. ¿Cuáles fueron los resultados de la experiencia?Juan Carlos Tripaldi.— Salió muy bien, 42 instalaciones a lo largo del país. Algunas de ellas están en el área de Edenor, por ejemplo, la CNEA tiene una serie de paneles solares, y en particular nosotros tenemos una instalación también en nuestro edificio en San Isidro, un edificio corporativo. Hubo muchas señales positivas, se empezó a hablar mucho y a partir de esto surgieron algunos grupos de trabajo en los organismos, que también facilitaron la tarea. A nivel técnico se trabajó bastante en normas de ensayo de productos y en normas para efectuar las instalaciones eléctricas domiciliarias. ¿Qué puede agregar acerca de la instalación en San Isidro?Juan Carlos Tripaldi.— Un edificio corporativo que está en San Isidro lleva una instalación típica que uno podría esperar en Europa o en Estados Unidos: una instalación de 1,5 kilowatts de potencia, con un inversor que cumple con las normas europeas. En ese momento no existía aun la norma IRAM correspondiente, pero está basada en la norma europea. Esta instalación es típica y podría replicarse en otros lugares de Argentina en la medida que termine de adecuarse el marco regulatorio. ¿Qué diferencias hay entre la tecnología de inyección y la de acumulación en baterías?Mauricio Briaturi.— Son dos tecnologías muy diversas: una está vinculada a la red, y la otra es para lugares a los que no llega el suministro. También hay opciones híbridas. Con batería, es un cincuenta por ciento más costoso. ¿Cuál es el proyecto a partir de ahora?Juan Carlos Tripaldi.— Lo que se busca es armar un marco de forma general para que cualquier tipo de cliente que lo desee instale paneles en su casa, pero para eso falta el desarrollo del marco regulatorio.
¿Qué ocurre en el marco regulatorio?Juan Carlos Tripaldi.— Empezaron los entes provinciales: Santa Fe, Salta, Misiones, Mendoza, Entre Ríos, Neuquén. Cada uno lo hizo en función de sus conocimientos y existen algunas diferencias. A nivel nacional, hay nueve leyes presentadas en el Congreso, y también son dispares entre sí sobre cómo remunerar, esa es la parte más difícil, no tanto la técnica. ¿Qué esperan de la regulación?Mauricio Briaturi.— Una regulación completa debería permitir que bajo las condiciones propias de cada tipo de cliente, cualquiera pueda colocar paneles fotovoltaicos. Yo creo que se va a empezar por un marco reducido, orientado más que nada a los residenciales y a los comerciales, porque las grandes industrias en cierta manera están impactadas por la ley 27.191, aquella que obliga a las de potencia contratada mayor de trescientos kilowatts, a abastecer el ocho por ciento de su demanda con fuentes renovables. ¿Qué desafíos técnicos preocupaban a Edenor?Juan Carlos Tripaldi.— Somos los responsables ante el cliente final sobre la calidad del servicio, entonces nos interesa que la inserción de generación distribuida no altere estas condiciones. ¿Cuál será la responsabilidad de Edenor de la energía inyectada por el cliente?Juan Carlos Tripaldi.— Eso lo va a tener que definir la regulación: cuál es la profundidad con la cual Edenor va a tener que hacer controles. Tienen que mantenerse la calidad de producto y la calidad del servicio, porque un inversor no tiene que inyectar energía a la red cuando hay un corte de suministro, y hay que evitar el funcionamiento “en isla”. Además, debemos adecuarnos nosotros a los procesos comerciales para cuando haya generación distribuida. Hoy por hoy, toda la cadena está pensada como que la energía parte de las generadoras, se transmite y se distribuye; ahora la energía puede fluir de abajo para arriba. Es parte de la discusión regulatoria quiénes son los actores que van a hacer el control sobre este tipo de tecnologías. ¿Qué ocurre desde el punto de vista de la seguridad eléctrica?Juan Carlos Tripaldi.— El desafío técnico más importante es asegurar las condiciones de seguridad, tanto en la red de Edenor, porque es aplicable a toda la Argentina, y también la red interna del cliente. Desde AEA estuvimos orientados a la seguridad de las personas, entonces se trabajó mucho en la instalación eléctrica: aislación, conexión a tierra, las protecciones adicionales necesarias para un cliente que tiene una instalación solar fotovoltaica. Después se trabajó desde IRAM, se miró al inversor y las protecciones del inversor para que esté acorde a la red eléctrica. También desde AEA se está analizando la conexión de inversores o de motores que generan energía desde el lado cliente, cómo es la conexión de un motor o inversor, qué hacer cuando se desconecte y diversos casos vistos desde la red. Lo atacamos desde los dos lados, AEA está viendo la red interna, la red del inmueble más la red, y en IRAM, específicamente, cómo debería comportarse el inversor electrónico ante cambios en la red. ¿Qué importancia tiene la experiencia dentro de Edenor?Juan Carlos Tripaldi.— Por todo esto, dentro de Edenor es un proyecto importante porque es un cambio de paradigma en la industria eléctrica y por eso trabajamos en IRAM y AEA como Edenor. Hemos participado en congresos. Queremos estar preparados para el día en que todo esté listo, y confío que será en el corto o en el mediano plazo. |
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