Durante los siglos XIX y XX se registraron graves accidentes en minas de carbón con resultados catastróficos cuya causa resultó ser una chispa proveniente de la aparamenta eléctrica. Las industrias químicas y de gas y petróleo tampoco escaparon al problema de fuegos y explosiones.
Estos problemas de seguridad vinculados al diseño y uso de los dispositivos eléctricos en áreas peligrosas condujo a las autoridades a formular reglas estrictas.

Una atmósfera explosiva es una combinación de aire (oxígeno) y alguna sustancia inflamable en cierta concentración de modo tal que, una vez producido un foco de chispa o fuego, permite a la combustión expandirse en cuestión de milisegundos.
La atmósfera se puede formar de sustancias en estado de gas, vapor o nubes de polvos combustibles en condiciones atmosféricas normales, entonces, quedan excluidos los explosivos o sustancias químicamente inestables.
Asimismo, ya sea vapor, gas o polvo, la sustancia liberada al aire conformará una atmósfera explosiva siempre y cuando se dé la combinación apropiada, es decir, entre dos límites, un nivel bajo (LEL) y un nivel alto (UEL). Fuera del rango de los dos límites no se produce la explosión.
Por todo lo dicho, todo documento que refiera a atmósferas explosivas es pertinente para ciertos entornos como plantas de procesamiento y producción de gas y petróleo (on- u offshore), refinerías, barcos de perforación, plantas de las industrias química o petroquímica, centros de distribución y tuberías de gas, estaciones de servicio, minas de carbón subterráneas, industrias gráficas, papeleras, textiles, quirófanos, industrias de revestimientos de superficies, tratamiento de aguas, procesamiento y almacenamiento de granos, refinerías de azúcar, industrias con trabajo con metales livianos, áreas de trabajo con madera, etc. Pero nada de esto se aplicará minas con grisú (aunque sí que están clasificadas como grupo I), fabricación o procesamiento de explosivos, áreas de peligro probable por presencia de polvos o fibras, fallas catastróficas que van más allá de lo estipulado, cuartos de uso médico, locales domésticos, etc.
Respecto de las fuentes de chispa o fuego, estas pueden ser de diferente naturaleza: temperatura, fricción, chispas mecánicas, chispas eléctricas, descarga electrostática, fuentes de luz, ultrasonido, campos electromagnéticos.
El fenómeno se describe en el bien conocido triángulo de fuego (gases) y por el hexágono de explosión (polvos).
A fin de evitar daños, en caso de estar frente a una atmósfera explosiva, se deben a) impedir la formación de una atmósfera potencialmente explosiva; o b) eliminar la fuente de ignición. Allí donde ni a) ni b) son posibles, entonces es menester atender medidas de protección de equipos, de personas, de sistemas.

La International Electrotechnical Commission (‘Comisión Electrotécnica Internacional’, en adelante, ‘IEC’) ha lidiado con la prevención y protección en lugares de alto riesgo de explosión a través de normas (normas IEC) que regulan lo que se conoce como “Zona IEC”.
Esta clasificación está basada en la integración de los requisitos de prevención y protección que deben considerar figuras de referencia específicas: el fabricante del equipo, el usuario del sistema (en general, el empleado), el diseñador de planta y el fabricante de la planta (selección e instalación de equipos). Las normas IEC confían responsabilidades a cada uno de estos roles.
A la vez, extiende una clasificación de áreas peligrosas y de equipamiento adecuado.
Los lugares de trabajo con presencia de sustancias inflamables están clasificados en tres áreas peligrosas con probabilidad creciente de presencia y persistencia de una atmósfera explosiva. El fabricante del equipamiento lo clasifica en tres grupos (en relación a la sustancia que genera la atmósfera explosiva) y en tres niveles de seguridad (en relación con la capacidad de no encenderse en diferentes condiciones de operación: en caso de falla o en operación normal).
La prevención y protección se produce cuando la figura de referencia elige e instala el equipamiento adecuado para el área clasificada de su incumbencia.

La clasificación de áreas peligrosas se divide principalmente en dos grupos: gas y vapor, por un lado, y polvos combustibles, por otro.
Las atmósferas con gas o vapor están descritas en la norma IEC EN 60079-10-1 y comprenden las siguientes:

Las atmósferas con polvo combustible están descritas en la norma IEC EN 60079-10-2 y comprenden las siguientes:

El equipamiento se clasifica en grupos según la sustancia inflamable a la que se puede enfrentar.
Además, solamente aquel que se enfrentará a atmósferas con gases o vapores se presenta en clases de temperatura. El equipamiento para polvo no se clasifica por temperatura porque el sistema IEC toma en cuenta dos temperaturas desencadenantes que caracterizan al polvo: Tcl (temperatura de ignición de nube de polvo) y TI (temperatura de ignición de capa de polvo).
La temperatura máxima de superficie de una pieza de equipamiento para gases o vapores inflamables es la temperatura máxima que alcanza la parte más caliente del equipo en contacto con la atmósfera explosiva, que puede estar dentro o fuera de la carcasa, dependiendo del tipo de producto, y en condiciones ambientales normales.

El equipamiento que cumple con el sistema IEC 60079 se denomina “Ex”. Las dos letras se usan también como prefijo en el marcado del producto cuando se construye según una de las técnicas de protección contra la ignición, también llamadas “modos de protección”.
Existen diversas formas de protección de equipos dependiendo del método a través del cual se previene el encuentro entre la ignición y la atmósfera explosiva:

Cada tipo se desarrolla en diferentes modos (ver tabla 5).
La tabla 5 muestra solamente las técnicas más utilizadas en las plantas. Existen otros modos de protección dependiendo de la técnica utilizada y del tipo de producto.