Opinión | Internet de las cosas y la evolución de las redes corporativas

Por Lucas Pinz
Gerente de tecnología, especializado en redes
Logicalis Latin America

La infraestructura actual de las redes corporativas de datos, ¿será capaz de soportar el tsunami de información que crea Internet de las cosas (IoT, por sus siglas en inglés ‘Internet of Things’)?

Las empresas, de manera general, tienen una enorme cantidad de tráfico en sus redes y en sus activos de centro de datos, y eso se debe, en gran parte, a la explosión en la demanda por movilidad, video y aplicaciones en la nube.

Según el Cisco Visual Networking Index, los cambios en las redes se acelerarán por el crecimiento exponencial del tráfico IP, por el uso de la nube, de la movilidad, del video y del tráfico M2M (‘máquina a máquina’, del inglés ‘Machine to Machine’). Solo el tráfico IP crecerá 300% y llegará a 1,4 zettabytes anuales en el 2017. (Zettabyte –ZB–, unidad de almacenamiento de información que equivale a 1021 bytes).
Ante este panorama, muchas empresas comienzan a preguntarse si la infraestructura actual de sus redes de datos será capaz de soportar el tsunami de información que crea Internet de las cosas. La realidad es que las actuales redes de tecnología de la información (TI) y de tecnología de automatización (TA) corporativas no están preparadas para soportar la revolución que traerá IoT, ni tampoco sus arquitecturas han sido proyectadas para tal fin.
Sin embargo, independientemente del sector en que operen, todas las empresas deben volverse más digitales y más conectadas. Una fábrica, una mina o un pozo de petróleo, por ejemplo, pueden aprovechar esta nueva tecnología digitalizando procesos y datos, conectando usuarios y equipos y generando información relevante para la toma de decisiones.
Para hacer frente a este desafío, es necesario entrar en la era de las redes programables (EPN, del inglés ‘Evolved Programmable Network’), que permitirán a las empresas tener redes dinámicas, flexibles y programables. Es decir, una red que entenderá las aplicaciones y ajustará su ingeniería de tráfico a medida que lo necesite.

Así como animales y humanos se diferenciaron del resto de los seres vivos por la capacidad de procesamiento de algún nivel de conciencia, IoT tiene la capacidad para modificar ese estado catatónico inanimado. El desarrollo de sensores, procesamiento y tecnología de las redes permite ahora que esos objetos adquieran algún tipo de conciencia. En la era de IoT, las EPN serán el centro nervioso de esa nueva conciencia digital.

Fuente: www.canal-ar.com.ar

 

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