A un año de cumplir su primer cincuentenario, los ingenieros repasan la historia de la Asociación que los nuclea, y reconocen el rol fundamental que ha jugado para que en la actualidad el nivel de conocimiento y capacitación profesional de la Argentina sea uno de los mejores, de entre países en vías de desarrollo, aunque reconocen que aun hay trabajo por hacer para reinsertar a nuestro país en los foros internacionales de alumbrado.
Ingeniería Eléctrica: ¿Cómo fueron los comienzos de la Asociación? ¿A partir de qué problemática/inquietud/necesidad del sector surgió?
Luis Schmid (LS): La Asociación Argentina de Luminotecnia -AADL- se funda en la ciudad de Córdoba el día 30 de julio de 1966, es decir, estamos próximos a celebrar los cincuenta años de vida institucional. En la década de 1960 la luminotecnia tenía escaso nivel de desarrollo en la Argentina y había un gran déficit de capacitación. La tecnología nacional estaba desactualizada. Tampoco se conocían métodos de cálculo, por lo que la mayoría de los diseños se realizaba en base a tablas y estimaciones. El problema era complejo, ya que no existía información fotométrica de los artefactos de iluminación del mercado, que es la base del diseño. Este escenario se agudizaba porque en las universidades se enseñaba una luminotecnia muy elemental y obsoleta tecnicamente. Fue mérito indiscutido de Herberto Bühler, fundador de la AADL y su primer presidente, armar todo el rompecabezas que posibilitó el desarrollo de una luminotecnia de base tecnológica; primero, desarrollar capacidad metrológica nacional, meta que fue perfeccionada con la creación del laboratorio de luminotecnia de la Universidad Nacional de Tucumán, luego difundir procedimientos de diseño de instalaciones, mediante cursos que se dictaron a lo largo y ancho de todo el país y, por último, la introducción y desarrollo de la normalización, impulsada por el convenio IRAM-AADL, que resultó en la creación de más de veinte normas que llevan la sigla conjunta de IRAM y la AADL.
IE: ¿Cuál fue la génesis de la Asociación?
Leonardo Assaf (LA): En razón de la crisis y carencia del sector, las primeras jornadas argentinas de luminotecnia que se realizaron en Tucumán en 1965 fueron muy bien recibidas por todos los interesados. Había una gran avidez de conocimiento y de tecnología entre los actores de mercado en razón de que no se realizaba ninguna actividad relevante en estos campos y el déficit era palpable. En esas jornadas nació la idea fundacional de nuestra asociación, tarea que se concretaría, como ya dijimos, en la ciudad de Córdoba.
IE: ¿Cómo funciona la Asociación?
LS: La AADL está estructurada como una entidad de bien público sin fines de lucro. Es una organización que incluye de todos los sectores que intervienen en este quehacer; el académico (laboratorios y universidades), el de los diseñadores independientes, el de los comerciante e industriales, etc. Nuestra asociación es de carácter federal y conformada por centros regionales. En la actualidad están operativos nueve centros regionales: Noroeste, Misiones, Cuyo, Mendoza, Litoral, Centro, Buenos Aires, Comahue y Mar del Plata. Es nuestra intención agrandar esta matriz, creando más centros en todo el país, pero esto está supeditado a la voluntad de las entidades locales que estén dispuestas a unirse a nuestra tarea y objetivos.
IE: ¿Cuáles son sus objetivos?.
LA: Los objetivos de la Asociación están fijados por estatutos, son los de difundir, actualizar y ampliar el conocimiento sobre la tecnología de iluminación en todo el país, realizar estudios técnicos; elaborar normas y recomendaciones, y difundir el conocimiento mediante congresos, cursos y publicaciones.
IE: ¿Cuáles son las principales actividades que llevan a cabo?
LS: Nuestra principal preocupación es la difusión de información y conocimiento mediante publicaciones, cursos, congresos, seminarios, etc. y el abordaje de diferentes problemas en el desarrollo y aplicación de la luminotecnia, especialmente aquellos que conciernen a la normalización y desarrollo armónico del sector. Destacamos la revista Luminotecnia, con 49 años de existencia y numerosas publicaciones técnicas, como el Manual de Luminotecnia, lanzado en 2001. Como dato ilustrativo consideramos interesante detallar algunas de las principales actividades realizadas en estos años:
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1966: Creación de la AADL
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1967: Convenio IRAM- AADL
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1967: Creación de la revista Luminotecnia
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1968: Primera norma IRAM AADL (J2006, sobre iluminación de interiores)
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1980: 4ª Jornadas Argentinas de Luminotecnia, Tucumán
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1993: 2ª Luxamérica, que núcleo a toda Latinoamérica en Buenos Aires
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2005: Premio Rizutto a la revista Luminotecnia
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2008: 9ª Luxamérica, en Rosario
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2010: Publicación del libro Plan director del alumbrado público
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2013: 11ª Jornadas Argentinas de Luminotecnia
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2014: Publicación del libro Recomendaciones para iluminar negocios y vidrieras
IE: ¿Realizan capacitación a sus socios y/o comunidad? ¿Cómo?
LA: La capacitación ha sido siempre una prioridad para nuestra asociación. Los cursos se desarrollan a lo largo y ancho del país. Creo que, sin exagerar, la AADL es la responsable de que en la actualidad el nivel de conocimiento y capacitación profesional de la Argentina sea uno de los mejores, de entre países en vías de desarrollo. Ello, sin lugar a dudas, contribuye a que las instalaciones sean más racionales y eficientes, con una utilización cuidadosa de los recursos disponibles, que siempre son escasos. No obstante ello, no podemos jactarnos de que nuestras instalaciones sean todas buenas, teniendo en el rubro capacitación y difusión técnica una gran tarea aun pendiente. En este año de 2015, la AADL se ha unido a CADIME, que une a los distribuidores de materiales eléctricos, y a ACYEDE, que convoca a los instaladores eléctricos en un curso de catorce clases de alto nivel para capacitar en las nuevas técnicas a toda persona que le interese.
IE: ¿Sobre qué inquietudes o problemáticas presentes en el sector están actuando?
LS: Actualmente está funcionando el comité técnico, que intervino en la realización de las recomendaciones que conformaron lo que se denominó Guía para la elaboración de planes directores de alumbrado público municipal. Este organismo apunta a resolver una problemática del alumbrado público que es recurrente, originada en la escasa gravitación de los organismos técnicos dentro de la planificación municipal del alumbrado. Lo interesante de esto es que el comité está abierto a todo interesado que desee participar, habiendo reunido en la actualidad a más de cien especialistas en todo el país. El procedimiento de trabajo, mediante correo electrónico, permite la integración de técnicos de diversos puntos del país y aun del exterior, compartiendo sus experiencias y conocimiento.
IE: A lo largo de estos años en que funciona la Asociación, ¿cómo han visto el desarrollo del sector?
LA: Creemos que la AADL ha impactado favorablemente en el desarrollo del sector industrial y comercial, mediante la difusión de técnicas y de normas, pero, por sobre todas las cosas, favoreciendo a la formación de consumidores más exigentes. Eso fue beneficioso para todos los sectores. El sector iluminación se encuentra hoy en franca recuperación de la crisis económica argentina, con una tasa de crecimiento anual mayor que el PBI industrial nacional. Nuestros socios opinan que la Argentina tiene ventajas comparativas en el sector de la iluminación, estas provienen de los siguientes rubros: a) un mejor desarrollo de la normalización; b) mejor capacitación profesional, y c) mayor demanda metrológica en el rubro fotometría. Es un gran desafío para los dirigentes, profesionales y empresarios del sector saber sacar provecho de estas ventajas.
IE: ¿Cuáles son sus planes a futuro?
LS: En el rubro normalización tenemos un gran objetivo a cumplir. El estudio de las normas demanda una alta especialización, coordinación y dedicación. No obstante, la experiencia que tuvimos con el comité técnico de alumbrado público nos entusiasma para extender la experiencia a otros rubros; afianzó la idea de que es posible realizar una tarea técnica virtual sin que los participantes tengan que desplazarse de sus puestos habituales de trabajo. Eso está en marcha. Como objetivo de fondo, creemos que el mayor desafío es el fortalecimiento institucional, que resulte en una elevada convocatoria a todos los sectores involucrados en este quehacer: diseñadores, arquitectos, ingenieros, comerciantes e industriales, para trabajar en un proyecto común y abarcativo, pensando también en la reinserción de la Argentina en los foros internacionales de alumbrado. |