Comorbilidades en la empresa

La ‘comorbilidad’, también conocida como ‘morbilidad asociada’, es un término utilizado para describir dos o más trastornos o enfermedades que ocurren en la misma persona. Pueden ocurrir al mismo tiempo o uno después del otro. La comorbilidad también implica que hay una interacción entre las dos enfermedades que puede empeorar la evolución de ambas.
“Comorbilidad” es un término que adquirió notoriedad con la pandemia. Antes de eso, salvo circunstancias personales, no se escuchaba. Es un concepto que impacta, que nos advierte sobre peligros. Peligros que indican que, junto al contagio, de modo simultáneo, nos podemos ver afectados de manera gravosa por dichas comorbilidades.
Enfermedades o padecimientos previos que pueden potenciar los efectos negativos del contagio. Y algo que podría ser leve se transforma en grave, peligroso.
Así que debemos estar atentos, cuidarnos del contagio, por si padecemos de las comorbilidades que pueden llevarnos a un estado de riesgo.

¿Podríamos hablar de “comorbilidades en la empresa”? ¿Tienen las empresas “enfermedades de base” que la pandemia potencia? ¿Se puede hablar de tal cosa?
Pensemos. En algún sentido, la pandemia actúa como un acelerador de procesos, situaciones. Es como si un evento de enorme impacto funcionara como una gran lupa que en situaciones extremas permite observar lo que en lo cotidiano podría pasar desapercibido.
Entonces, veamos. Un emprendedor, negocio, empresa o familia, de pronto, ante un imprevisto que modifica la vida que tenía, no solo se ven expuestos a las consecuencias de dicha circunstancia, sino que además se amplifica lo que hasta ese momento no funcionaba bien.
Pero claro, pasaba desapercibido. Y ya nada puede seguir igual. Hay que cambiar. Rápido.
Como dije al comienzo, las comorbilidades son aquellas situaciones que preexisten y complican un cuadro. ¿Cuáles son las comorbilidades en tu negocio familiar, tu empresa, tu emprendimiento? ¿Qué cosas, formas de pensar, productos y servicios, errores, modos de dirigir, creencias, hicieron, y hacen, que la pandemia resulte algo más complicada, y ponen en peligro su subsistencia?
Es fácil echarle la culpa a la pandemia de todo lo que sucede. Es un evento duro, imprevisible, difícil. Pero es tiempo de mirarnos un poco al espejo. Hablar más con nuestra gente. Encontrarnos con estas dichosas comorbilidades, que afectan el buen desarrollo y crecimiento.
Es una gran oportunidad, que requiere de mucha disposición al cambio, a pensar de otros modos, a reinventarnos. Todos tenemos algo en lo que reinventarnos.
Quizás de ahora en adelante, sea la capacidad más importante a cultivar, que requiere de flexibilidad y de mucha inteligencia emocional.

Se podría hacer una lista de comorbilidades. De aquellas cosas, creencias, modos de conducir y hacer, que la pandemia potencia. La pandemia puso blanco sobre negro aquello en lo que fallábamos pero no nos dábamos cuenta: no le dábamos importancia, el éxito momentáneo lo disimulaba.
Cada uno está en condiciones de hacer su propia lista de comorbilidades, preexistencias. Hacerlo junto con otros. Quizás es el momento de recuperar una capacidad relegada: conversar con otros, revisar visiones estancas.
Pensar distinto.
Para dirigir distinto.
Y obtener resultados diferentes.