En 2018, la Universidad Nacional de Córdoba instaló 125 medidores junto con un sistema de monitoreo y obtención de datos constantes de cada uno. Al día de hoy cuenta con una cuantiosa base que le permite extraer información relevante acerca del consumo energético de cada una de sus dependencias, incluyendo hospitales, colegios, edificios administrativos, laboratorios, entre otros.
En miras a ganar eficiencia energética, la Universidad Nacional de Córdoba desarrolló un plan de análisis del consumo que comenzó en 2018 con la instalación de un sistema de monitoreo y procesamiento de datos de 125 medidores de Discar colocados en sus distintos edificios.
Mediante GPRS, es decir, por transmisión de telefonía, cada medidor transmite todos sus datos hacia un software con el que se pueden almacenar y procesar, y tras más de cinco años de recolección, se ha conformado una base bastante amplia. Vale destacar que el procesamiento de datos no es automático, sino que de forma manual se analiza cada edificio en busca de las conclusiones que permitan tomar mejores decisiones de cambio.
Asimismo, también se ha digitalizado la información respecto de la ubicación de los medidores. La figura 3 muestra su geolocalización, y permite, además, identificar si se trata de terminales comunes de edificios o de subestaciones. Como se puede observar, la mayor concentración de equipos está en la ciudad universitaria.
Mediante GPRS, es decir, por transmisión de telefonía, cada medidor transmite todos sus datos hacia un software con el que se pueden almacenar y procesar, y tras más de cinco años de recolección, se ha conformado una base bastante amplia. Vale destacar que el procesamiento de datos no es automático, sino que de forma manual se analiza cada edificio en busca de las conclusiones que permitan tomar mejores decisiones de cambio.
Asimismo, también se ha digitalizado la información respecto de la ubicación de los medidores. La figura 3 muestra su geolocalización, y permite, además, identificar si se trata de terminales comunes de edificios o de subestaciones. Como se puede observar, la mayor concentración de equipos está en la ciudad universitaria.
Comenzó en 2018 con la instalación de un sistema de monitoreo y procesamiento de datos de 125 medidores
Análisis detallado
La Universidad Nacional de Córdoba no es un consumidor de energía menor. Incluyendo todos sus edificios (con aulas, administrativos, hospitales públicos, hemoderivados, investigación pura, laboratorios, etc.), según datos de 2023, consumió 17.265.433 kWh. Resultó interesante descubrir que el 18,4% del total (3.175.870 kWh) correspondió a energía consumida durante el periodo valle (franja horaria de 23 a 5 h), la cual indica los consumos permanentes de todo el conjunto.
Incluyendo todos sus edificios (con aulas, administrativos, hospitales públicos, hemoderivados, investigación pura, laboratorios, etc.), según datos de 2023, consumió 17.265.433 kWh.
La diversidad de actividades que desarrolla cada edificio de la universidad obligó a una análisis más detallado. Poder establecer el perfil de consumo de cada unidad académica es un paso muy importante puesto que permite entender el comportamiento de consumo. Y más allá de las cuestiones técnicas que atañen a la eficiencia energética, es menester comprender que si no se conoce cómo se consume, no se podrán elaborar estrategias acordes de cuidado de la energía. Asimismo, favorece la transferencia de conocimiento a la sociedad: por ejemplo, el perfil energético del edificio de producción de hemoderivados es semejante al de un frigorífico, como de los tantos que se encuentran en la provincia de Córdoba, por lo que toda conclusión del análisis de esa envolvente será útil para ellos también.
Yendo al análisis particular, la figura 4 muestra el perfil de consumo anual (2023) de una de las facultades. Se identifican con claridad las épocas frías y cálidas dado el mayor consumo eléctrico durante estas últimas y es notable cómo la mayor demanda se produce en febrero y marzo, cuando no hay tanta gente.
Yendo al análisis particular, la figura 4 muestra el perfil de consumo anual (2023) de una de las facultades. Se identifican con claridad las épocas frías y cálidas dado el mayor consumo eléctrico durante estas últimas y es notable cómo la mayor demanda se produce en febrero y marzo, cuando no hay tanta gente.
El perfil energético del edificio de producción de hemoderivados es semejante al de un frigorífico
Más notorio aún es en el gráfico de uno de los edificios administrativos (figura 5). Al cabo de un año se puede ver que la época cálida es más demandante que la fría, y la fuerte caída que se observa entre marzo y abril se debe a la rotura del sistema de climatización.
Otro caso interesante es el de uno de los edificios de salud, que cuenta con tres alimentadores y solamente el tercero es exclusivo para los aires acondicionados. Los dos primeros registraron una potencia de 40 a 70 kW, mientras que el tercero presenta picos de 240 kW. La demanda por aires triplica los valores.
Otro caso interesante es el de uno de los edificios de salud, que cuenta con tres alimentadores y solamente el tercero es exclusivo para los aires acondicionados. Los dos primeros registraron una potencia de 40 a 70 kW, mientras que el tercero presenta picos de 240 kW. La demanda por aires triplica los valores.
¿Qué hacer?
Es muy común plantear como solución la instalación de paneles solares o cualquier otro tipo de equipos para generación renovable de energía. Si bien existe este tipo de solución técnica, no menos cierto es que no es la mejor opción a la hora de atender la eficiencia. En rigor, la Universidad cuenta actualmente con tres plantas fotovoltaicas de 10 kW cada una, pero estas no alcanzan para cubrir un objetivo de 15 a 20% de ahorro energético.
Total generado con planta fotovoltaica 10 kW | Porcentaje sobre meta de ahorro 2024 | Porcentaje sobre consumo total 2023 de UNC |
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16.800 kWh (en cada una, Agronomía e Ingeniería) | 0,427% | 0,097% |
33.600 kWh (en las dos juntas) | 0,855% | 0,195% |
Tabla 1. Aporte energético de una planta solar de 10 kW de potencia (hay tres plantas iguales en toda la UNC)
La clave, entonces, no está en las soluciones técnicas, sino en el comportamiento humano. Es menester concientizar acerca del consumo energético y elaborar estrategias que permitan un uso más eficiente.
Tras el análisis, surgen algunas recomendaciones: urgentes, técnicas y procedimentales.
Tras el análisis, surgen algunas recomendaciones: urgentes, técnicas y procedimentales.
Acciones urgentes recomendadas:
- Proceder al apagado de luces ornamentales a las cero (0:00) hora en todos los edificios.
- Realizar la limpieza de los edificios con luz natural.
- Fijar metas de ahorro energético por edificios y/o facultades.
- Mantener el consumo valle de cargas esenciales.
- Revisar equipamiento y perfil de consumo.
Acciones técnicas recomendadas:
- En sectores de uso intermitente, colocar sensores de movimiento para iluminación.
- Relevar equipamiento de climatización, luminarias y equipos y su modalidad de uso en los beneficios para luego en la medida que se necesite cambiar por equipos con etiquetado de eficiencia energética.
- Fijar especial atención al uso en horario valle (23 a 5 h), proceder a realizar los cambios en los circuitos para corte general, dejando las cargas necesarias y prioritarias en cada edificio (excepciones ciencias químicas, famaf, clínicas, hemoderivados y otras cargas especiales).
- Verificar el factor de potencia de los TGBT de todos los edificios para evitar pérdidas en los alimentadores hasta las SET.
Acciones procedimentales recomendadas (conductas culturales):
- Solicitar el apagado de luces, aires acondicionados y modo espera de los equipos de computación.
- Establecer la regulación de temperatura de refrigeración de los equipos de aire acondicionado en 24 °C en todos los edificios de la UNC.
- Conformación de grupos de trabajo para llevar a cabo la gestión energética por edificio, para el control y mantenimiento de las medidas necesarias para alcanzar la máxima vigencia.
- Control y seguimiento del consumo energético mediante el Centro de Control de la Energía de la UNC.
- Concientizar sobre el uso racional de la energía a toda la comunidad educativa, recordando que no hay mayor ahorro que “no consumir” innecesariamente la luz artificial.
- Se recomienda realizar seminarios e instalar carteles informativos.
La clave, entonces, no está en las soluciones técnicas, sino en el comportamiento humano.
Palabras finales
Más allá de algunos datos aquí volcados, no se han expuesto todas las mediciones llevadas a cabo. Es válido resaltar que el objetivo es mostrar cómo la obtención y análisis de datos concretos permite elaborar estrategias más exitosas de eficiencia energética.
Así como se pudo analizar el consumo de aires acondicionados, lo mismo ocurre con el consumo de horarios valle y otros consumos registrados.
A fin de continuar con su tarea, en 2024 la Universidad firmó un convenio con el Ministerio de Servicios Públicos de la provincia de Córdoba, y junto con la Secretaría de Planificación Energética ya se encuentra elaborando y poniendo en marcha planes de reducción de consumo.
Así como se pudo analizar el consumo de aires acondicionados, lo mismo ocurre con el consumo de horarios valle y otros consumos registrados.
A fin de continuar con su tarea, en 2024 la Universidad firmó un convenio con el Ministerio de Servicios Públicos de la provincia de Córdoba, y junto con la Secretaría de Planificación Energética ya se encuentra elaborando y poniendo en marcha planes de reducción de consumo.
Nota del editor: El presente artículo fue elaborado por Alejandra Bocchio, de la redacción de Editores SRL en base a parte de la presentación oral titulada “Presente y futuro, reglamentaciones y desarrollos de instalaciones eficientes. Caso aplicado a la UNC” que Miguel Piumetto llevó a cabo en el Foro de Ingeniería Eléctrica celebrado en Córdoba los pasados 15 y 16 de octubre de 2024.
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